#020

                            
He aclarado hoy, 
entre el frío y la llegada de la noche, 
que quiero ser musa y a la vez poeta.
Que quiero ser cielo, y quiero ser tierra.
Quiero abrir una puerta sin corriente,
acabar en la cama 
y no ser por gripe (A).
Quiero dejar sin aire a mis pulmones 
haciendo resonar las paredes y rincones
o captando la atención de quienes caminan
absortos, por las calles.
Quiero arañar y besar la espalda de quien luego me dibuje.
Quiero salvar vidas con abrazos y miradas
y quiero matar y fulminar también con ellas
a quien merezca la usurpación de unas gotas de sangre, 
de eso que algunos
llaman corazón.
Quiero bailar desnuda y que 
mis caderas sean el laberinto donde desee perderse.
Quiero leerle los labios 
y escribir sobre su sabor.
Quiero que me cante, 
que me cante sin cesar
canciones elegidas a propósito.

Quiero guerra de pinturas y figuras
tan quietas como muertas;
que por suerte hay quienes siguen vivas
y una de ellas soy yo.

Quiero aromas desde la cocina,
clics desprevenidos,
canciones de mis manos sobre un cuerpo,
el cuerpo del piano;

quiero un "no te muevas ya casi está"
y verme reflejada sin necesidad de espejos.

Quiero tantas cosas que sé
que no será él 
quien corra a mi lado en cada aventura,
sé que no será él ni nadie.
                   Libre ráfaga de viento seré y volaré sin rumbo fijo,
                   estoy segura.
Pues hoy, con el frío y la llegada de la noche
he aclarado:
que me sobro y me basto siendo quien soy
para ser quien quiero ser.
Etna Suárez.

#019

Llevaba demasiado tiempo reteniendo las ideas que me pasaban por la cabeza,
sin dejarlas fluir;
y me he dado cuenta 
de que era una continua guerra de pensamientos y sentimientos 
lo que hacia que mi cuerpo quisiera desplomarse a cualquier hora,
en cualquier lugar.
En estas decisiones nunca está todo de acuerdo
y quizás me contradiga con mis siguientes ideas
pero esto es la vida,
o quizá sea solo la mía,
y dice así:

Se me desgarra un órgano en el centro de mi pecho
y no sé cual es.
Dicen que me da la vida 
pero me está matando.
Se desangra con solo pensarlo y da comienzo a una lucha.
Una lucha que desemboca en lágrimas de sangre.
La nuez de lo más alto de mi ser quiere poner punto y final,
mientras que una palpitación contínua y desgastada se lo impide.
Ya basta.
Esta vez seré racional.
Pues es de locos la espera, 
lo sé.
Duele tanto
que habría de ser muy poeta 
para aguantar tres cientos sesenta y cinco días de sufrimiento,
llevando la cuenta
el antojo de las musas.
Olvidar empieza a ser posible 
cuando te das cuenta de que no tienes importancia 
dentro de la vida en la que deseas vivir.
Pero eso es un día.
Al siguiente lo olvido,
más bien haces que se me olvide, y al día siguiente 
desapareces.
Había decidido poner en pausa
la llamada del corazón,
pero no se a quien habrá salido éste en cuanto a rebeldía
cuando al enterarse,
indignado,
comenzó a intentar salir de mi pecho y revelarse.
Es difícil.
Me has calado demasiado hondo. 
Pero es mi vida floreciendo la que está en juego,
un juego de azar tan poco seguro que asusta;
y no estoy dispuesta a dejarla en manos del ludópata
que algunos, llaman destino.
Qué será de mi con el paso del tiempo,
qué será de ti...
Nadie tiene esa respuesta que acabaría
con la incertidumbre que alimenta,
la espiral de mis dudas.
Soy consciente y no lo soporto.
Estoy revuelta
y condicionada.

Etna Suárez.

#018

Allá va una nueva despedida.


Caminamos con prisa, sin querer avanzar.
Por lo menos yo, hubiera deseado que mis pies dejaran de moverse.
Vamos cargados, muy cargados, caminando de la mano.
Cuanto tiempo... Empezaba a echar de menos esa unión que parece eterna.
Ya has borrado las lágrimas pero mantenemos el silencio.
No hay tiempo, y eso es algo que siempre me anda jodiendo.
A pesar de ser invierno arde mi espalda.
Quizá me abrigué demasiado intentando que no se me helara hoy el corazón...
Hace mucho calor pero nos da igual; seguimos caminando a paso rápido.
Conforme se acerca el final (y aumenta el calor) nos soltamos de las manos, pero te acaricio la nuca y posas uno de tus besos en mis labios. Y seguimos manteniendo las distancias. Pisando, con las suelas de los zapatos desgastadas, en paralelo uno al lado del otro.
Seguiría caminando eternamente con tal de que no hubiese un final...
Llegamos,
llamas y buscamos,
encontramos el final de aquel camino,
nos llaman locos por las ideas
y sonreímos.
Dicen que eso es amor y rio.
Si supieran... Si tú supieras...
Que si eres mi novio preguntan.
Que si somos amigos añaden.
Compañeros de viaje -respondes-.
Compañeros de viaje...
Que bonito suena eso.

Etna Suárez.