Búh.
Estoy rayada.
A rayas.
Camisa, alma,
pantalones, entrañas,
piel, pecho, venas...
Todo a rayas.
Verticales y horizontales.
Se cruzan ambas y se convierten en rejas.
En vallas.
Como en la frontera de África.
No caímos en las rejas y nos caímos en ellas.
Pensamos en rayadas, pero se nos olvidó
construir una salida de emergencia.
Y dime,
Con tanta linea recta
¿Cómo vamos a dibujar las curvas
de los puntos suspensivos?
Etna Suárez