Las cerezas de Jose Miguel
en sus poemas con pausas
tras whisky 'lo de siempre'.
La incertidumbre y distancia de Santi
acortada en cubatas
apuntados en cualquier papel
mientras va pidiendo cigarros a toda la sala.
Tabaco, fuego y distracción.
Con el as guardado en un sombrero
y su actitud de estar en casa.
El crecimiento de la melena y alma
de un Pablo cada vez más libre
que ve amor en todos los recovecos de la vida.
La observación de Luís
con su acompañante
'Cómo estás?'
Ojalá siempre vayan de la mano.
El olor de Joan
su risa de niño viejo
y su voz secreta.
Las melodías de Javi que
me hicieron dueña del abecedario.
Los oídos de Kiros
siempre dispuestos a cualquier bombardeo cultural.
Los abrazos, el cariño y los besos profundos de Gustavo
antes y después del 'pasála bien y portáte mal'.
Su sueño de pibe y sus constantes sorpresas.
la zapatilla, el barco en su botella de cristal, un hijo de tinta...
El vapor con aromas envolventes de Kroma
y sus ritmos sobre el escenario.
Los ojos de Adrián
que me buscan con un
'cuando tengas un momento hablamos'
y su cabeza creativa que no para de pensar.
La sonrisa de Manu que entre la multitud
consigue encontrarme un hueco para darnos paz
y volver a dejar en el aire unas cervezas pendientes.
Siempre fugaz.
Siempre.
Fug
a
.
-Marina Reche