Quisiera poder decirte
que ya no llueve al borde del balcón.
Y así no tener que ocultar la muerte
de hasta los cactus que se están ahogando.
Sí llueve al borde del balcón.
¡Claro que llueve al borde del balcón!
¡Claro que llueve al borde del balcón!
Está todo encharcado y hace meses que no salgo.
Ni siquiera puedo fumarme un cigarrillo cuando es de noche.
Siempre llueve y entonces…
Dime entonces qué
si salgo y el fuego se apaga
Si salgo y pierdo la llama.
Dime, entonces qué.
Hay una luz.
Que se pega a mí pero yo trato de no verla.
Me paso el día intentando que no me roce.
Es una luz que prende
pero viene de otras chispas.
Solo quiero que me haga luna llena
y amanse las mareas que atormentan
colgadas sobre los cactus
al borde del balcón.
Quisiera poder decirte
que ya no llueve al borde del balcón.
Pero estaría mintiendo.
Pero estaría mintiendo.
Etna Suárez.