Empiezo a volver a ser yo.
La gente ya me ha visto.
Ya les he pellizcado.
Ahora se avalanchan
como fieras hambrientas
y yo me dejo llevar.
Dudo.
A veces pienso que pienso mucho;
mucho.
Cuando no me habita el miedo
me es fácil regalar amor.
Cuando no me habita el miedo.
A veces es difícil no escucharle tocar
el timbre y no ir a abrirle la puerta...
Menos con la música alta.
Cuando la música está muy alta
y la sangre alterada,
todo fluye.
De una manera extraña.
Como una tregua en la vida,
como una realidad fictícia...
Pero sucede.
A cien decibelios desaparece el miedo.
Y no hay barreras construidas.
Existe el respeto,
Y sobretodo el respeto a mí misma.
Me brindo la oportunidad
de ser y serme sincera;
es otro código.
A veces pienso que pienso mucho.
- cuando la música está muy alta
la sangre alterada,
y todo fluye.
Etna Suárez.