#079

 Hay mañanas que abro los ojos y quisiera no existir. 
Abro los ojos aun deseando coser mis párpados. 
Los abro porque los tengo, ¿suerte o desgracia? 
Los ojos digo. Bueno, y los párpados también. 
Abro los ojos y la gente ya ha iniciado la marcha. 
6 am y ya ha iniciado la marcha. 
Van en cuarta y yo en primera o incluso marcha atrás. 


Hay mañanas que mi cuerpo 
se despierta encadenado al colchón, 
que el sol por más que brille no ilumina.
Mañanas en las que decidiría ser la piedra 
que se desprende en de un barranco. 
Pero me levanto, 
y me imagino despertando en mitad de una montaña. 
Respiro e imagino que el aire es limpio
y los pulmones se dilatan 
con la falsa sensación de una amplitud hidratada. 
Falsa amplitud hidratada… 
Pero se dilatan. 
¿Suerte o desgracia? Los pulmones digo.


Respiro y bajo el aire a la barriga. 
Luego si necesito mucho, suben los pulmones.

Todas las noches.

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